Guillermo Vázquez Consuegra: "Este modelo de crecimiento es un disparate"
¿Crees que la sociedad civil –como en el caso de Baelo Claudia– presiona cada vez más para que la arquitectura vaya por determinados derroteros?
Creo que no es malo que la sociedad civil sea una sociedad activa, atenta y responsable. Faltaría más. Es absolutamente saludable y ojalá fuese así. Todos tenemos derecho a opinar, pero, a veces, una perversión de la democracia tiende a
igualar todas las opiniones. Y es ahí donde no puedo estar de acuerdo: Todos tenemos derecho a opinar pero no todas las opiniones tienen el mismo valor. Ello llevaría a poner en tela de juicio la necesidad de la formación, del esfuerzo, del conocimiento, de la experiencia, en definitiva, de la profesionalidad. Si se analiza bajo este prisma, concediendo el justo valor que las diferentes opiniones contienen, considero muy positivo que la sociedad civil se pronuncie.
Hace poco nos despertamos con la noticia de que ibas a reinventar un barrio en Sevilla junto a Nouvel, Isozaki y Foster. La fotografía en el balcón del ayuntamiento es sorprendente:todo el mundo aparece muy sonriente, pero tú estabas más pensativo…
No lo creo. Si es así no es consciente. Tampoco era el balcón del Ayuntamiento, que tendría un carácter más emblemático y popular. Era el antepecho de la terraza del despacho del alcalde. Estoy ilusionado con este trabajo porque supone una oportunidad de reflexionar sobre cómo los espacios que fueron ocupados por instalaciones industriales, hoy obsoletas, pueden ser capaces de reequipar a barrios periféricos y colaborar a construir ciudad en las periferias. Hoy, las ciudades, con este crecimiento extensivo invaden el campo, arrasándolo absolutamente. Este modelo de crecimiento es un disparate. Además de insostenible es insoportable. Creo que la ciudad debería poner límites a este crecimiento desmedido; fijar los límites e intentar regenerarse y crecer desde dentro; aprovechar la presencia de estos espacios, como fueron los terrenos de Cruzcampo, que fueron piezas generadoras de actividad y hoy se han convertido en instersticios obsoletos en el interior de las tramas urbanas. Hay que empezar –en lugar de extenderse como una mancha de aceite por el territorio– a recualificar estas periferias,estos barrios-dormitorios, introduciendo el equipamiento necesario y una arquitectura de calidad que permita identificarlos: equipamientos culturales, educativos, deportivos, zonas verdes.
Esta contratación de algunos de los arquitectos más caros del planeta, ¿no choca con el concepto de vivienda protegida que está en el proyecto?
No estoy seguro, pero creo que de momento la vivienda protegida no es objeto de nuestro trabajo. El encargo se refiere sólo a las viviendas de renta libre. Las VPO creo que las gestiona el Ayuntamiento. En todo caso, los honorarios de los arquitectos representan siempre una cantidad poco significativa respecto al precio de venta de la vivienda. A mí me gustaría que el encargo incluyera también las viviendas sociales. Me gustaría ver a este grupo de arquitectos empeñarse en un territorio tan áspero y complicado como es el de las viviendas sociales en España. No es lo mismo diseñar VPO en Alemania o en Francia que en España. Aquí construimos las viviendas sociales con un 50% menos de presupuesto que en el resto de Europa. Hacer arquitectura con las viviendas sociales es poco menos que un milagro. Me gustaría que las normativas fueran menos restrictivas, menos asfixiantes, que permitieran proponer modelos actuales de habitación más adecuados a las nuevas formas de vida.
Guillermo Vázquez Consuegra fue Premio Nacional de Arquitectura en 2005 por la reordenación del borde marítimo de Vigo.
Fotografía de Máximo Moreno, autor de las carátulas de los discos de Triana.
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