Simon Smithson: "La típica manera de proyectar en España es arrasar el campo para poner viviendas"

[...] Esta libertad de creación que hay en España también puede servir para ocultar la regla general: una arquitectura más bien vulgar.
Sí, pero este problema existe en todos los países. La mayoría de los proyectos son más bien mediocres. Pero nosotros decidimos participar en el concurso del aeropuerto, en 1997, porque vimos que en España había un nivel de arquitectura más alto que en cualquier otro país de Europa: la más innovadora, la más libre. Hay problemas de urbanismo, claro, pero creo que no es sólo en España. Hay una crisis de planificación en todo el mundo.

Hablando de planificación, Richard Rogers defiende la ciudad compacta, pero su proyecto de Valladolid Este ha sido muy criticado por ser todo lo contrario, por favorecer la dispersión y los desplazamientos en vehículo. ¿Esto no es una contradicción?
Creo que no. Valladolid es un buen ejemplo. Tiene un centro muy animado, pero la ciudad sigue creciendo. Hay que encontrar el modo de planificar el crecimiento urbano en los alrededores. No podemos concentrarnos sólo en el centro y olvidar los problemas de la periferia. En el caso de Valladolid Este, nuestra idea es mostrar otra forma de desarrollo urbanístico. Vamos a mantener el 50% del terreno sin construir, para aprovechar la calidad de los límites de la ciudad, el contacto con el paisaje. Uno de los argumentos de los críticos de la T4 es que el transporte en avión es muy perjudicial para el medio ambiente. Es cierto, pero el mundo va a seguir volando. En nuestro estudio, que tiene oficinas en muchos países, estamos buscando alternativas al avión, como las videoconferencias. Tenemos que ser responsables. Pero esto no implica que los aeropuertos tengan que ser feos. Hay que dar una cierta nobleza a la actividad. Lo mismo ocurre con las ciudades.

En Gójar (Granada) también están desarrollando un proyecto relacionado, teóricamente, con la sostenibilidad: el Jardín del Agua.
Sí, para el mismo cliente que en Valladolid Este. Es una urbanización más de viviendas y menos de usos mezclados, como en Valladolid. En este caso, el lugar es mucho más frágil. Queremos demostrar que es posible construir en lugares bonitos sin perder la calidad del lugar. La típica manera de proyectar en España es arrasar el campo para poner viviendas. No hay un buen balance entre la memoria de usos históricos y los nuevos usos. Y es un problema evidente en lugares más sensibles, como las costas, por ejemplo en Mallorca. El atractivo de este lugar es la calidad del paisaje, pero la consecuencia de las promociones es su destrucción.

Simon Smithson es jefe de proyectos de la oficina de Richard Rogers en Madrid y principal responsable del desarrollo de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Acaba de recibir el premio Stirling.

Fotografía de Fábrica de Fotos. Más en la revista NaN.