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11.7.07

Juan Francisco Lazcano: "Paco 'El Pocero' es un empresario que está haciendo un proyecto de riesgo, imaginativo"


Uno de sus objetivos al ser reelegido para el cargo de presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) era mejorar la imagen del sector. ¿Por qué está tan demonizada la construcción?
Esa pregunta nos la hacemos todos. Hemos escuchado que es malo para la economía que el sector de la construcción crezca, pero, hombre, cuando un sector crece, crea el 13% de los empleos del país y coopera al Producto Interior Bruto con una cifra entre el 17% y el 18%, no se entiende muy bien que se diga que un crecimiento económico basado en el sector de la construcción es perverso. Lo que es necesario es hacer políticas que hagan que exista una demanda de construcción, ya sea de obra civil o de edificación. Esas políticas son las que deben crear confianza en la economía y que se produzca empleo. Al sector de la construcción también se le ha demonizado por la siniestralidad. Bueno, es un sector de riesgo, pero tampoco se puede decir que sea el único. El sector servicios tiene una accidentalidad tan importante como la construcción. Cuando hablo de mejorar la imagen del sector quiero decir situarlo en lo que representa en la sociedad. Es un sector que crea riqueza, que es respetuoso con el medio ambiente, que crea infraestructuras, muy competitivo, con una gran imaginación. Mejorar la imagen también sirve para atraer a los jóvenes a un sector importante, en el que, además, se gana bien. Si no transmitimos esta imagen a la sociedad seguiremos teniendo mala fama. Parece que el sector de la construcción es el demonio. Y no es así.

Quizá la imagen que tiene la sociedad de la construcción es Paco El Pocero...
Paco El Pocero es un promotor, un empresario que ha hecho un proyecto de riesgo, imaginativo, en un determinado sitio. Lo que hay que hacer es que se cumplan las determinaciones que marca la ley, tanto urbanísticas como medioambientales. Si todo eso se cumple, y quien tiene que dar esas licencias las ha dado bajo el principio de legalidad, lo único que ocurre es que El Pocero es un empresario que está haciendo un proyecto de riesgo, y lo que tendríamos que desear todos es que le salga bien. Otra cosa diferente es que no se haya cumplido algún principio de legalidad, y yo no lo sé, no me consta. En términos generales, tanto El Pocero como cualquier otro promotor, en definitiva, son empresarios que tienen proyectos en los que arriesgan, porque su vocación es crear riqueza, ganar dinero y crear trabajo. Todo eso en cualquier actividad económica se debe hacer bajo principios de legalidad. Si se cumplen no hay ningún problema. Si se han cumplido todo los principios de legalidad no entiendo por qué se habla tanto de esta persona.

Antes decías que el sector de la construcción está preocupado por el medio ambiente, pero hace poco aparecía un informe de World Watch y Comisiones Obreras (pdf) que afirmaba que la construcción y el mantenimiento de los edificios consumen el 40% de la energía. Parece que todavía hay mucho trabajo por hacer…
Sí, pero creo que en este ámbito hay un gran desconocimiento. El sector de la construcción es un sector que tiene que desarrollar su actividad bajo un sistema absolutamente reglado. No se puede hacer obra civil sin cumplimiento de la legislación medioambiental española, que se adapta a las directivas comunitarias y, en algunos casos, es más estricta. Eso que en la obra pública se ve de forma clara, ocurre igual en la edificación, porque hay que conseguir todas las licencias. Además, acaba de salir el Código Técnico de la Edificación, con sus medidas de desarrollo sostenible, y el propio sector está trabajando por la gestión de los residuos de construcción y demolición. Al sector le interesa el reciclaje y la reutilización de los residuos, porque puede llegar a ser más económico si la gestión se generaliza, y se reduce el consumo de materiales naturales. En este sentido el sector es colaborador, no se resiste. Con todos los procedimientos reglados que están establecidos creo que la construcción es un sector que no es agresivo con el medio ambiente. Lo que hay que hacer con quien no cumpla las determinaciones legales es que no lleve a cabo la actividad que iba a realizar.

Los expertos de Morgan Stanley auguran un duro aterrizaje de la construcción, similar al ocurrido en Alemania. ¿Está preparado el sector para un posible batacazo?

Nosotros no tenemos una preocupación tan sensible como la que ha sacado a la luz Morgan Stanley. Estamos viendo que se está produciendo una normalización, un equilibrio entre la oferta y la demanda. Los empresarios que están envueltos en esta normalización están tomando sus medidas para que este equilibrio no produzca ningún impacto irreversible, o la desaparición de su empresa. Para ello el descenso del número de viviendas visadas se tiene que hacer como se está haciendo, de manera tranquila. De 800.000 viviendas se irá pasando, en una serie de años, a unas 500.000 viviendas, con tranquilidad. Los grandes promotores tienen mercados alternativos, que ya están poniendo en marcha, como Europa del Este. En ese sentido no somos alarmistas. Además, sería irresponsable crear esa alarma.

La CNC dijo en su momento que era “muy buena idea” que se creara un Ministerio de Vivienda. ¿Lo sigue pensando?
Los ministerios, para que se justifiquen, tienen que tener unas competencias, con una capacidad de legislación también importante. Eso no se da en el mundo del urbanismo y de la vivienda hoy por hoy, porque las competencias en este ámbito están transferidas a las Comunidades Autónomas. Desde ese punto de vista, la pregunta sería: ¿es necesario que exista una administración con características de departamento ministerial para las pocas competencias que tiene el Estado en el ámbito de la legislación en vivienda y urbanismo? ¿O simplemente sería necesario un órgano administrativo que, con otro nivel, pudiera desarrollar la actividad de acuerdo con las competencias que tiene atribuidas?

Juan Francisco Lazcano es presidente de la Confederación Nacional de la Construcción, una organización empresarial que engloba, prácticamente, a todo el sector en España:unas 250.000 empresas.

Más en el próximo número de la revista NaN. Fotografía de Fábrica de Fotos.

posted by ansede at 15:31 8 comments

9.7.07

El inodoro de Henry Kissinger


Parece difícil imaginar a Bill Clinton y al diseñador Oscar de la Renta paseando descalzos por la orilla de un mar turquesa, con los pies llenos de arena y salitre. Pero es una escena habitual. El propio ex presidente de Estados Unidos lo admitió en la última gala de la famosa escuela de diseño neoyorquina Parsons. “Hemos pasado muchas vacaciones junto a Oscar y su mujer, Annette, en República Dominicana, y Oscar y yo hemos compartido largas caminatas por la playa”, dijo Clinton. No es el único. De la Renta, nacido en Santo Domingo en 1932, es el diseñador del poder. Ha vestido a las primeras damas de las últimas décadas –Nancy Reagan, Hillary Clinton y Laura Bush– y ha confraternizado con sus maridos, a pesar de sus antagonismos políticos. “Voto a la persona, no al partido”, ha confesado sin pudor más de una vez. Además, como si se tratara de un hipnotizador en lugar de un modisto, en la Casa Blanca todavía se rumorea que De la Renta fue el culpable de que Condoleezza Rice guardara los pantalones bajo llave y apostara por sus ya inseparables faldas. Lo que es seguro, en cualquier caso, es que el dominicano eliminó el cascarón andrógino de la secretaria de Estado estadounidense cuando la vistió de rojo carmín para la portada de la revista Vogue.
Su mansión en Punta Cana está a la altura de sus huéspedes. Su arquitecto, el cubano establecido en Miami Ernesto Buch, trabajó codo con codo con De la Renta para que todo fuera perfecto. “Me dijo que le gustaban mucho las haciendas de Louisiana, y, sobre todo, se enamoró de la casa sureña de Tara, en la que vivía Scarlett O’Hara en Lo que el viento se llevó”, cuenta Buch. El propio diseñador dominicano pidió al arquitecto que se fuera a vivir durante un año a la isla caribeña para que no hubiera fallos. La vida social de De la Renta impuso un ritmo frenético. “Fue una locura”, confiesa Buch. “Todavía no habíamos terminado la obra y me dijo que tenía un invitado muy especial, que la casa tenía que estar finalizada para un día en concreto”. El invitado era el ex secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger, premio Nobel de la Paz ensombrecido por su participación en el golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende en Chile. “Cuando llegó Kissinger yo estaba con el fontanero poniendo el inodoro, literalmente”, cuenta divertido el arquitecto.


Más en la revista Gentleman.

posted by ansede at 14:28 0 comments

5.7.07

Bjarke Ingels: "Nosotros proponemos, en vez de esperar a que alguien nos llame"


Una de las características peculiares de BIG es que hacéis propuestas sin que nadie os las haya pedido. ¿Esta estrategia funciona o es una utopía?
Creo que la arquitectura proactiva es el futuro. Me gusta el concepto de utopía pragmática. Así fue nuestro proyecto KLM, en Copenhague: proponemos algo para un lugar y después se lo vendemos a los inversores, en lugar de esperar a que alguien llame, o a ganar una competición frente a cientos de arquitectos para desarrollar una idea de otra persona. Con nuestra aproximación proactiva nosotros, como arquitectos, tomamos la iniciativa a la hora de formular el futuro de la ciudad.

Bjarke Ingels (Copenhague, 1974) dirige el estudio danés BIG. Su proyecto Kløverkarréen es un ejemplo de arquitectura proactiva. Ingels se preguntó cómo introducir 2.000 nuevos apartamentos en el saturado centro de Copenhague. La respuesta fue una especie de gran muralla china de viviendas alrededor de un gran parque. Los políticos la adoptaron como promesa electoral.

Más en la revista NaN.

posted by ansede at 23:38 1 comments

Florencio Manteca: "Los promotores han estado despachando pisos como se despachan las barras de pan"


La sostenibilidad, hoy en día, ¿es algo más que una estrategia de marketing?
Estamos en una situación complicada. Por una parte, las Administraciones se han dado cuenta por fin de que luchar contra el cambio climático es una asunto prioritario e inaplazable. Esto hace que haya una mayor sensibilización y que los profesionales tengan más acceso a la formación. Hay gente que está intentando hacer unas viviendas mejores. Pero, paralelamente, estamos asistiendo a una tergiversación, a una prostitución de los conceptos. En este momento se están manipulando las palabras y, peligrosamente, la sostenibilidad puede parecer una tendencia arquitectónica. Parece que hoy en día es difícil ganar un concurso de arquitectura si no hay una aplicación de criterios bioclimáticos, pero esto provoca que en cualquier proyecto se pongan unas flechas azules y rojas, muchas veces con poco rigor. También podemos hablar de la responsabilidad que tienen las revistas de arquitectura. Muchas veces, el arquitecto se preocupa más de cómo va a salir el edificio en la foto que del confort de los ocupantes. En ocasiones vemos edificios supuestamente bioclimáticos y resulta que el único criterio que han tenido para elegir los materiales es su fotogenia, su sex-appeal.

En ocasiones, la etiqueta bioclimática sólo sirve para que el promotor suba el precio del edificio.
Sí, pero el mercado inmobiliario está en una situación en la que los promotores van a empezar a necesitar un argumento de venta para vender pisos. Hasta ahora los promotores han estado despachando pisos igual que se despachan las barras de pan en una panadería: dame uno, dame dos, dame tres… Quizá antes la etiqueta servía para que el promotor aumentara el precio del piso, pero en la coyuntura actual el incremento de la calidad puede servir para que ese piso se venda antes.

¿Qué opinas del proyecto R4House, catalogado por su autor, Luis de Garrido, como la mayor referencia en arquitectura sostenible?

No puedo hablar de su edificio, porque no lo conozco. Pero, en general, lo que yo valoro son los premios, los reconocimientos que dan terceras personas a un trabajo. El otro día estuvimos en la ceremonia de entrega del premio Mies van der Rohe a Tuñón y Mansilla. Es un galardón muy prestigioso. Ésos son los reconocimientos que me valen, no los que se otorga uno mismo.

Florencio Manteca (Madrid, 1969) es director del área de Arquitectura Bioclimática del Centro Nacional de Energías Renovables. Según este organismo, España podría ahorrar 250.000 GWh (equivalente al consumo de energía de Barcelona durante dos años) y dejar de emitir 50 toneladas de CO2 (una cifra similar a la que provoca el tráfico de Madrid en 12 años) en las próximas cuatro décadas, aplicando algunas medidas de arquitectura bioclimática.

Más en la revista NaN.

posted by ansede at 23:03 0 comments

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