Ansede
Ansede







17.4.07

José Antonio Otero: "Llevo tiempo pidiendo una crisis en la edificación"


Las constructoras, a través de la patronal Seopan, anuncian para 2008 una crisis en el sector de la edificación, con una pérdida de unos 200.000 empleos…
Yo escuché a Enrique Aldama que si se bajaban 100.000 viviendas se perderían 200.000 empleos en edificación. Pues sí, es verdad. Pero es que la producción de viviendas que hemos alcanzado es absolutamente demencial para un país como nosotros. En los últimos diez años hemos superado los cinco millones de viviendas construidas, tantas como Francia, Alemania y el Reino Unido junto. Son tres países, pero es que además cuentan con una población cinco veces superior a la española.

¿Cómo se explica esto?
Aquí en vez de ahorrar en fondos o en depósitos bancarios hemos ahorrado en ladrillos. Y ahora tenemos más de tres millones de viviendas que se han comprado no porque se necesiten, sino como inversión, porque se sabe que todos los años van a revalorizarse entre un 10% y un 15%. Como en el banco sólo dan un 1%, se invierte en ladrillos. Esto es un lastre importante. Tener más de tres millones de viviendas cerradas es un problema.

Entonces, ¿una crisis en la edificación podría ser incluso positiva para un reajuste?
Es un poco duro decirlo, estando en el sector. Pero llevo mucho tiempo pidiendo esa crisis. Estoy convencido de que, desde el punto de vista profesional, si queremos que los compañeros técnicos se formen más, estén más al día, se preocupen más por los últimos materiales, no hay que darles un trabajo loco. Bájales de nivel, mételes en una crisis en la que tengan que preocuparse por ser competitivos y estar más formados. La crisis va a ayudar. Pero no sería buena una crisis brutal como la de hace 12 o 14 años. Cualquier inicio de crisis en la construcción va a ser un inicio de bajada en la economía, no por lo que supone el PIB del sector, sino por la psicosis en el consumo. Ahora mucha gente se siente rica por el valor de su vivienda. Si sabe que los precios disminuyen, va a tener más miedo a consumir. Va a ser inevitable una relajación del consumo y automáticamente una disminución del crecimiento económico en España. Pero es que económicamente nos hemos disparado porque el sector de la edificación está haciendo verdaderas barbaridades en la oferta, en la demanda y en los precios. Aquí yo veo un problema increíble: cuando tienes mucha demanda el precio suele tirar, pero si metes mucha oferta el precio baja. Aquí ha subido la demanda, la oferta se ha disparado y el precio también sigue disparado. Tendremos que ir a una especie de crisis, que el producto empiece a no venderse, para que todos seamos conscientes de que tenemos que hacer mejor las cosas.

José Antonio Otero es presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España desde 1985. Más en el último número de la revista NaN.

posted by ansede at 21:10 0 comments

2.4.07

Belinda Tato: "Con el espacio público no se juega, ni al golf ni a nada"


¿Cómo ves el ecosistema urbano en España?
Mal, muy desequilibrado. Se está construyendo sin criterio y comprometiendo el futuro de nuestro país. Todas las visiones son siempre a muy corto plazo y nadie está teniendo una visión un poquito más allá.

¿Se puede articular un territorio alrededor de un centro comercial, como se está haciendo en las periferias?
Claro que se puede hacer, otra cosa es que sea lo correcto. Se le está restando vida y protagonismo a la calle, al espacio público. Y se está casi asimilando que el ocio es lo mismo que consumo. Si le restas actividad a la calle y generas mucho confort y atractivo en los centros comerciales estás privatizando el ocio, ligándolo al consumo. Es algo muy estadounidense. Se sabe que no funciona, pero a pesar de todo lo hacemos, lo consentimos, lo toleramos y lo inauguramos.

Parece que hay un cierto conformismo ante todo lo que sucede en el espacio público, como en el caso de la transformación del madrileño Parque de Santander en campo de golf.
Es reducir a un determinado sector de la población lo que es de todos. Con el espacio público no hay que jugar, ni especular, ni privatizar. En Madrid siempre se nos dice que es la segunda ciudad del planeta con más árboles, porque se computa El Pardo, La Casa de Campo y el Retiro. Muy bien, pero la ciudad tiene que estar un poco esponjada, con espacios de esparcimiento de la gente. El Parque de Santander era una oportunidad para generar espacio público en un barrio que no tiene grandes parques ni instalaciones para los niños. Convertirlo de repente en un campo de golf me parece pésimo. Hay una movilización ciudadana en la que participamos, para poner de manifiesto que estamos totalmente en contra. Los campos de golf se pueden hacer en las afueras de Madrid, no en este parque que se iba a convertir en un pequeño pulmón para la zona. No es necesario, no entendemos por qué se hace. Se ha hecho sin licencia, afirmando que era una acción de interés general. Es escandaloso. No podemos privatizarlo todo y hacer que todo el ocio esté ligado al consumo. Con el espacio público no se juega, ni al golf ni a nada.

[…]

Quizás el arquitecto debería ser más como un albañil preparado y concienciado que como un artista…
El arquitecto debería ser sensible a las necesidades de la gente. Mi percepción es que los arquitectos hacen arquitectura para otros arquitectos, para publicarla. Es un diálogo entre arquitecto y arquitecto. Eso hay que romperlo y hacer un diálogo entre arquitecto y sociedad. Nuestra profesión tiene una gran componente social que se ha dejado de lado. Normalmente, cuando se fotografía un edificio está vacío, porque uno dice: “te voy a enseñar mi objeto y la gente me molesta”. Eso de por sí es algo erróneo, porque ese teatro o esa biblioteca han sido diseñados para ser ocupados, para que la gente sea feliz allí. A nosotros nos gusta trabajar en el ámbito horizontal, de planificación, trabajando la ciudad. Uno ve Sanchinarro y puede que haya arquitectura de calidad en una manzana, pero al final lo que se ha generado como tejido urbano no tiene ningún interés. Puede haber viviendas experimentales estupendas, pero lo demás, que es lo que perdura, es un desastre, un fracaso. Habría que revisar esta situación. Los arquitectos hemos perdido bastante protagonismo. El urbanismo está en manos de las grandes ingenierías. Hay que aspirar a hacer un edificio estupendo en un urbanismo extraordinario dentro de una ciudad que funcione. Porque si no estamos haciendo joyitas para unos pocos.

El otro día nos decía Massimiliano Fuksas que la vivienda “ya no le interesa a nadie”.
Creo que la vivienda sí que interesa. La Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo convoca muchos concursos abiertos, y son muy concurridos. Hay muchas propuestas imaginativas, brillantes, experimentales, a pesar de que la normativa es muy restrictiva. A pesar de eso la gente trabaja por hacer viviendas de calidad. No estoy de acuerdo con Fuksas. Si los promotores privados llamaran a arquitectos de calidad se generaría una cultura en el comprador de saber que por el dinero que paga puede obtener algo de calidad. Ahora mismo eso no está asumido. Si paseas por el PAU de Vallecas distingues perfectamente cuáles son las promociones privadas y cuáles las públicas, que son de una muchísimo mayor calidad y cuestan la mitad. Quizá sea cierto que las grandes estrellas, que tienen 30 grandes proyectos en 30 ciudades diferentes del mundo, no tienen interés en la vivienda. Pero hay muchos estudios pequeños, como el nuestro, con unas ganas tremendas de generar entornos más agradables para la vida. La verdad es que el tema de la vivienda es patético. Con promotores como el Pocero no hay diálogo posible. La gran construcción masiva es un círculo vicioso: generas un producto de baja calidad y aún así hay demanda para ello. Con lo cual, ¿para qué lo vas a mejorar? Y no hay demanda de algo mejor porque nadie sabe que podría tener una vivienda mucho mejor por el mismo dinero.

Belinda Tato es arquitecta, miembro del estudio madrileño Ecosistema Urbano. Es responsable del Ecobulevar de Vallecas y del proyecto para crear una playa en la plaza Soledad Torres Acosta, a unos metros de la Gran Vía. Hasta el 8 de abril, su estudio es uno de los protagonistas de la exposición Fresh Madrid, en Bruselas.

Más en la revista NaN. Fotografía de Fábrica de Fotos.

posted by ansede at 17:40 2 comments

Links

  • La crispación
  • El Manifestómetro
  • Juan Freire
  • Jabalí Digital
  • La pecera de oropel

Previous Posts

  • Juan Francisco Lazcano: "Paco 'El Pocero' es un em...
  • El inodoro de Henry Kissinger
  • Bjarke Ingels: "Nosotros proponemos, en vez de esp...
  • Florencio Manteca: "Los promotores han estado desp...
  • Jordi Ludevid: "Hay demasiados ejemplos de malas p...
  • José Luis García Ortega: "Los que han estado negan...
  • José Antonio Otero: "Llevo tiempo pidiendo una cri...
  • Belinda Tato: "Con el espacio público no se juega,...
  • William Curtis: "Las viviendas en España se constr...
  • Massimiliano Fuksas: "La vivienda no le interesa a...

Archives

  • 11.2006
  • 12.2006
  • 01.2007
  • 02.2007
  • 03.2007
  • 04.2007
  • 05.2007
  • 07.2007
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution 2.5 License.